miércoles, 11 de noviembre de 2009

Ánimo Kareem

Abdul - Jabbar junto a Bynum en un entrenamiento con los Lakers en su actual labor de preparador de los pívots del equipo angelino




Todos los relacionados de alguna manera con la NBA nos hemos sobresaltado con el anuncio realizado por Kareem Abdul - Jabbar. El gran pívot que militó tantas temporadas en Los Angeles Lakers ha anunciado que padece un raro caso de leucemia. Al parecer más de 22.000 personas sufren esta misma dolencia en los Estados Unidos. El médico le ha dicho que, a pesar de la gravedad, tiene bastantes posibilidades de sobrevivir. La primera reacción del pívot fue, según ha declarado, "que solamente le quedaba un mes de vida, pero poco después me animé y pensé que con mi entrega ayudaría a mucha gente que pasa por el mismo problema". Además Kareem tiene un ejemplo cercano, ya que su gran amigo Earvin 'Magic' Johnson logró superar el SIDA que le obligó a dejar las pistas de baloncesto durante varias temporadas.

Ferdinand Lewis Alcindor, más conocido como Kareem Abdul - Jabbar, nació hace 62 años en Nueva York, aunque se hizo como persona y como jugador en la Universidad de California. Allí fue tres veces campeón nacional y en 1969 pasó a la NBA en la franquicia de los Milwaukee Bulls, un modesto equipo que ganó el anillo dos años después. En 1975 pasó a formar parte de Los Angeles Lakers y allí se coronó como rey de reyes haciendo unos números estratosféricos. Contribuyó al triunfo de su equipo en la NBA en 1980, 82, 85, 87 y 88. Jugó veinte temporadas consecutivas y, tras superar en 1984 el récord que ostentaba Wilt Chamberlain con 31419 puntos, fue el primero en alcanzar los 35000 puntos y en realizar más de 3000 tapones. Consiguió 17440 rebotes, 5660 asistencias y 38387 puntos, con una media de 24,6 por partido. Fue designado jugador más valioso de la NBA los años 1971, 72, 74, 76, 77 y 80. En 1986 fue nombrado deportista del año, distinción sólo concedida anteriormente a otro baloncestista, el magistral Bill Russell de los «Boston Celtics».



El tiro característico de este genio del baloncesto era el conocido "gancho del cielo". Con sus 218 centímetros de altura y este movimiento no había defensor que se le resistiera. Ahora le ha salido un duro contrincante. El cáncer es de los contrarios más difíciles de batir, pero seguro que con su fuerza de voluntad este superhombre logrará batirle, como a tantos otros a lo largo de su carrera. ¡Ánimo Kareem!

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